Contra viento y marea, impresionante los molinos de vientos, que "Juanita De Arco" tuve que lidear. Mis padres, entendían que mi amor por la música, era algo extraño, raro y casi de otro mundo. Nadie de mi familia contenía ninguna relación con melodías, sostenidos ni bemoles.
Agradezco sí a mi tío ruso que sin ser músico, desde muy pero muy pequeña me hacía dibujar en su casa con el fondo de música clásica.
Una tarde a los 3 años, lo recuerdo como ayer, me llevo a tomar el té en la casa de una amiga de él. Ucraniana, entendía muy poco lo que hablaban, pero se sentó en su piano y me fascino. No mucho. Pero me gusto la imagen. Hoy grabada en mi mente. En un momento se fueron hablar solos y ella con una sonrisa me subió el banco del piano y me dijo: intenta, prueba y veraz que es muy lindo.
Desde ese momento, fue algo impresionante, sentía algo raro y no sabía que era. Llegué hipnotizada. Pero me limité a tocar mi acordioncito de juguete.
Mi mismo tío invito a mis padres y a mí , yo ya con un año más. a la famosa exposición de flores que se hacían en Escobar.
Todo divino, precioooooso, hasta que llegue al stand de Yamaha. Con la atontada mirada de mis padres, me subí y aunque había dos "chicos grandes" tocando me sume. Yo no sentía nada. Ni veía la gente. Solo sentía como poder unirme a esa melodía que estos chicos tocaban.
Muy tonta, me senté en uno de dos pisos... ya casi ni existen. y obvio no llegaba a los bajos (Los pedales de abajo) . El tema es que mis padres. Se quedaron algo impresionados, pero no bien sino mal.
La gente de Yamaha preguntaron a mi padre, cuantos años tenía , y al saber mi edad ofrecieron a mi padre miles de posibilidades para que me comprara uno. La respuesta era no. Con mi berrinche y mis padres algo asustados, mi tío les aclaro que él me había sentado a un piano y que su amiga se había sorprendido. Me habían llenado de folletos y yo no podía parar de soñar con tener uno.
La idea de que me dedicara a la música a mi familia les espantaba. Pero, un día llamaron a mi casa, diciendo que me regalan un teclado de a cambio de asistir y participar en todos los eventos que hiciera la empresa. Mi padre dijo sí. Pero no me dijo nada. Llego diciembre y con el las fiestas. En un momento mi madre me pide que vaya a la casa de la vecina que algo tenía que decirme. Voy caminando y veo una camioneta que decía YAMAHA y paraba en mi casa. Volví corriendo y no podía parar de llorar. Mi madre firmo los papeles y yo no aguantaba que me lo armen, ya quería tocar.
Cuanta emoción, aún mi madre no entendía el porque.
El tema es que me mandaron el órgano, con varias partituras y muchas "chequeras" de clases para tomar...debía ir dos veces por semana a tomar clases y tenían que ser selladas y firmadas. Me pasaron de profesaras a profesoras pero no había caso todas renunciaban. Le explicaban a mi padre. Que ya estaba enganchado, que se fijara, que no era normal, que siendo chica, tocará como si fuera hace mil años de experiencia. Eso ya le empezó a gustar a todos. El tema fue que cuando se descuidaban empezaba a tocar música "rara", Albinoni, Bach, Beethoven, Mozart, "adagio y réquiem" eran fueron mis mejores amigos. Mi madre, se preocupaba más, y mis profesoras que intentaban enseñarme algo The Beatles y Carpenters, yo ya me enojaba y volvía a lo mío.
Eran otros tiempos,y no teníamos rejas, jaajaja casi imposible hoy, cuando mi padre regresaba de trabajar veía a vecinos que se sentaban a escucharme, felicitándolo y pidiendo perdón por estar sentados ahí. Cosa que cordialmente mi padre les aclaraba que no le molestaba.
El día fue cuando me trajeron de regalo una partitura de tango, casi lloré y dije esto no es para mí. Tampoco nada de folklore.
Ya el tema se empezaba a "espesar" , psicólogos, no entendían que era que me hacía así. Me venían a buscar religiosamente cuando terminaba mis clases y siempre me encontraban tocando con grandes profesores temas que jamás había oído como blues o temas de moda.
Yamaha me dió otra sorpresa, apareció para mi cumpleaños con un órgano de última generación. Como decía los tiempos han cambiado, no existía you tube, ni muchos menos I tunes o lugares donde podías bajar y escuchar dos o tres veces un tema y ya tocarlo. Pero una noche, mi padre que leía mucho, empezó a escuchar mis introducciones largas,( como las llamaba él) y de pronto apareció Piazzolla, y empece a tocar "Adiós Nonino" , cosa que nunca le gusto ni escuche en mi casa. Solo lo escuché en un programa de tango y me pareció y me sigue pareciendo no un tango sino una obra de arte. Las lágrimas disimiladas de mi padre, y la atontada de mi madre. Ya empezaron a levantar las orejas. Pensaba que mis gustos musicales eran solo una cuestión de ánimo. Así sumé a Ariel Ramirez, y paremos de contar. Hasta que un día mi padre de regalo me trajo a pedido el famoso tema "Chiquitita" de Abba. Ahí empecé a cantar, y aprendí e acompañarme. Mi única conexión con el mundo de la música era "actual en ese momento" los sábados, Badía & Cía.Por eso, lo sentí tanto, compartía mis gustos, me mostraba cosas nuevas, talentos y no tantos. Pero era una cita obligada que no podía perder por nada del mundo. A los 6 mi padre me pide si quería ir a ver algún show infantil ya que estaba de vacaciones de invierno. Y tome severamente el diario, y le dije llevame a ver a Nacha Guevara. Creo que la cara de mis padres esperando que fuera a ver a Menudo o a los Parchis quedaron con gran tristeza. Me llevaron pero con la idea, de que no dejaban niños tan tardes, pero si ibas con tus padres todo bien. Me llevo a San Telmo un lugar creo que ahora destruído llamado Michelángelo y apareció ....Ella, con su glamour, en la primera mesa, sin emitir sonido quede atontada, charme y puro talento, acompañada por Favero. Su talento me dejo muda, su estética marcó un enigma para mí, ( me confundió) y sus temas una fascinación.
Me partió al medio cuando escuche "No llores por mi argentina" era la primera o segunda vez que la había escuchado. Volví embaladísima. Los temas de Mario Debenedetti, me re-coparon y su cuento de la vieja gitana me llevo a un mundo de hadas.
Atenta, seguí sus suaves movimientos, su mirada, su respiración, su técnica, no me alcanzaban los ojitos.En dividirme entre ella y Favero. Madre colaboro con sus tips de que nunca tomo sol, es vegetariana, nunca fumó y el clásico de mi padre explicándome que era un exílio.
Ahí comprendí que su cuento de hadas no era tan de hadas sino una historia tremenda. Eso sumo más mi admiración !
Hoy , comparto a mi esta diva con Julia cosa que me pone feliz.
Pero ya grande, me la fuí a ver justo cuando cantaba cerca de mi estudio no reparé en ir, saque dos tickets para mamá y para mi. Ella apareció con todo el look de Nueva York, con un piano llenaba la sala con sus fans y su talento. Eramos varios, lleno de recuerdos, yo con los de mi niñez .Me asombró su tremenda intacta figura ESTABA IGUAL ! Como toda blondie me encanto su cabello color chocolate y su piel de color de luna. Se canto todo, y todos queríamos más. Pobre, como mal educados.... pero como grandes fans quedamos después de casi dos horas y media, con ganas de más y con un "Que más quieren chicos?" no nos dejo con ganas de ningún clásico. Yo atenta y asombrada a su potencial y resistencia note su cansancio físico. Pero le rogué, el tan soñado No llores por mi argentina y me dijo mi pianista no lo sabe... la cara dura de mí salio y dijo "si queres yo te acompaño". Ante la mirada de que TE MATO de mi madre. La canto. Me dió el tono y me miró. Hipnotizada me dí cuenta que en la vida hay que atreverse y que estaba ante esa señora que me marcó lo que quería ser. Divina, soñada, yo también estaba cansada de viajar, pero agradezco haber aprendido que sin coraje no se avanza, no se crece y los "vientos pueden ser fuertes" Juanita de Arco. Eso también pudo.
Es divina, ya lo sé, pero lo digo con extremo respeto.